Escándalo por videos porno en Ibagué

De acuerdo a las versiones conocidas por esta emisora, las presuntas víctimas (15 mujeres, aproximadamente) fueron grabadas, en casos aislados, sin su consentimiento, mientras sostenían relaciones sexuales con el hijo de un reconocido empresario y constructor de Ibagué.

Las grabaciones fueron publicadas en una página web de pornografía de Estados Unidos. La denuncia la hace en exclusiva en Ondas de Ibagué, una joven, involucrada en esta delicada situación que ya se ha denunciado cinco veces por igual número de víctimas, ante la Fiscalía General de la Nación.

El hombre de 32 años, identificado como Félix García Ch., hijo del reconocido ingeniero Felix García Motta, entablaba conversaciones a través de Facebook con mujeres ofreciéndoles trabajo en una empresa de su familia. Posteriormente las conquistaba y lograba llevarlas a una casa quinta ubicada en el sector de Boquerón en donde, sin permiso de las damas, usaba una cámara GoPro escondida en una caja de cigarrillos para realizar las grabaciones que posteriormente publicaba en un sitio web de pornografía en norteamérica.

"Empezó ofreciéndome trabajo como secretaria en una constructora de él", dice la joven quien denunció el caso en Ondas de Ibagué. Dice que aceptó salir con él en varias oportunidades a tomar café, a comer algo, "a dar una vuelta".

De acuerdo a sus declaraciones, el hombre intentaba besarla y ante la negativa de la joven, cambió su actitud y entablaron una amistad que terminó en un encuentro íntimo. "Él me dijo antes de entrar que no podía tomar fotos a la casa y eso se me hizo muy raro" dijo la joven quien hizo caso omiso a la solicitud de Félix y tomó fotografías al interior de la habitación.

La joven comenta, que luego de descubrir la cámara, la tomó. "Me encierro en un baño (...) miro videos de otras niñas que me imagino que también grabaron sin consentimiento", se llevó partes de la cámara para su casa, entre ellas la tarjeta en la que estaba grabada toda la información. Agrega además que antes de salir de la casa de Félix, él le entregó una bolsa de cocaína sin entender con qué propósito, pero también se la llevó.

El hombre, minutos después, al ver que la cámara no estaba completa, comprendió los gestos de incomodidad de la jóven cuando había compartido de ella, por lo que decidió contactarla y pedirle que no complicara las cosas, incluso ofreciéndole obsequios, aparentemente con la intención de comprar su silencio.

Hoy esta joven está a la espera de que más víctimas de Félix García denuncien que fueron grabadas sosteniendo relaciones sexuales con él sin consentimiento y que además, dichos videos fueron publicados, por supuesto, sin su autorización.