El vendedor de avenas que le ha salvado la vida a decenas de suicidas en el puente de La Variante de Ibagué

por Juan David Ortiz

 

 

Hace 21 años fue construida una de las obras de infraestructura más importantes de Ibagué: el puente de La Variante, conocido hace unos años como el puente de la muerte y ahora el puente de la vida.

Con el paso de tiempo, esta imponente obra se ha convertido en el escenario preferido de los suicidas que deciden acabar con su vida.

El que se lanza al vacío no tiene probabilidades de sobrevivir, profesores de física que consulté me indicaron que quienes caen por el abismo de 100 metros de profundidad se estrellan contra el suelo a una velocidad de 160 kilómetros por hora en un eterno lapso de 4,5 segundos.

Según datos de la Secretaría de Salud Municipal y los organismos de socorro, en dos décadas al menos 47 personas se han lanzado y más de 800 han sido oportunamente salvadas por taxistas, policías, bomberos, transportadores, y por don Víctor Guerrero.

Hace seis años este nariñense es el propietario de una caseta de avenas ubicada a 300 metros del puente. Sus misiones son dos: vender la deliciosa bebida y salvar vidas.

Por allí ha visto pasar a cientos de suicidas. Algunos se detienen a comprar un cigarrillo, hacen un par de llamadas para dar el último adiós y continúan su marcha hacia el destino final.

Su lucidez le ha permitido registrar cada uno de los trágicos decesos, pero también destaca las 17 vidas que le ha arrebatado a la muerte.