Advierten que el impuesto que comenzó a regir desde el primero de enero es desproporcionado y terminará en una problemática social, pues derivará en despidos masivos.

La Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodrés), capítulo Tolima expresó su preocupación por el decreto expedido por la Alcaldía de Ibagué en la que se reglamenta la utilización de antejardines y se cobra una contribución económica mensual para los que negocios que hagan uso del espacio público, la cual comenzó a regir desde el primero de enero del 2018.  

De acuerdo con Rodrigo Jaramillo, Presidente de Acodrés Tolima, los restaurantes formales tendrán que ajustarse a las tarifas por el uso de antejardines, pese a la inconformidad del gremio que sostiene que el cobro es exagerado y terminará por afectar más al sector económico que se encuentra en una mala racha.

Aunque, Fenalco y la Alcaldía de Ibagué llegaron a un acuerdo que determinó reducir el 75 % a las tarifas que se habían establecido en el decreto 378, los comerciantes consideran que aún es desproporcionado

 “Por ejemplo, un comerciante estrato uno, que ocupe desde uno hasta 14 metros cuadrados deberá pagar $93 mil pesos mensuales, la tarifa incrementa con el metraje que cada comerciante haga uso del espacio público y el estrato en que se encuentre el negocio. Esto es imposible de pagar para muchos comerciantes” explicó el líder gremial.

Jaramillo aclaró que no se oponen al pago del impuesto, sino que exigen tarifas  acordes con la situación económica de la ciudad y aseguran que muchos negocios se verán obligados a reducir su nómina lo que terminará en un problema social.

También rechazan que el decreto no sea equitativo, pues para los comerciantes formales comenzó a regir desde el primero de enero, mientras que los informales comenzarán a cancelarlo hasta dentro de seis meses.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional.