Los detenidos aseguran que llevan más de 24 horas sin agua y piden por una solución definitiva o provisional, pero advierten que los dejan sin agua y la situación cada vez es peor.

Los internos en el Coiba de Picaleña denuncian que otra vez están sin agua y advierten que en momentos de pandemia tener el preciado líquido resulta vital porque no tienen ni siquiera para lavarse las manos y reiteran que los contagios por COVID-19 siguen activos.

Los detenidos señalan que un daño sería el motivo del corte del agua, pero se quejan porque las autoridades no les suplen el servicio ni con carrotanques o con agua en canecas para poder mantener los hábitos de higiene que se requieren.

“Aquí se va el agua y ya, no nos dan soluciones provisionales. Aquí estamos llenos de COVID-19 y no tenemos ni para lavarnos las manos”, aseveran los internos.

Los hombres y mujeres privados de la libertad advierten que están cansados de que les anuncien que pondrán fin a las fallas en el suministro de agua pero que su realidad sea muy diferente.