El cabildante señaló que en el área operativa se tiene serias falencias con el suministro de agua en la ciudad.

El concejal de Ibagué, Andrés Ramírez, habló sobre la situación de la empresa IBAL, la cual para el cabildante sigue siendo un dolor de cabeza para los ciudadanos, al no cumplir con sus acciones operativas, teniendo en cuenta los requerimientos de los usuarios.

“El IBAL tiene varios problemas, administrativamente se ha generado una discusión de frentes administrativos que se han creado al interior del IBAL, que desde el punto de vista técnico se convierten más como en unas oficinas de burocracia con cargos que no funcionan y no tienen impacto en lo operativo

Asimismo, acotó que es preocupante el desperdicio de agua que se tiene en la ciudad, producto de los daños por el colapso del alcantarillado.

“Tenemos unas fuentes de alcantarillado obsoletas en asbesto de más de 40 años que reportan más del 52% de fugas en el alcantarillado ibaguereño, entonces el costo que se genera a la ciudad que representa tratar un metro cúbico, lo que muestra con base a esos principios que hay falta de optimización de los recursos que son limitados”.

Finalmente, sentenció que “los retrasos en el Acueducto Complementario, Tanque Fiscalía y lo que hacen es convertir a la ciudad en un crecimiento que no va acorde a las necesidades de agua de los ibaguereños. En la Arboleda Campestre son más de 20 mil personas que están necesitando un recurso y que se realizó la construcción sin garantizar el suministro de agua a estos ciudadanos”.