En la Superintendencia de Industria y Comercio han manifestado su preocupación porque los alcoholímetros, que sirven para medir qué tan embriagados están los conductores, podrían estar presentando fallas afectando injustamente a muchos colombianos que deben pagar enormes multas si se les prueba cierto nivel de licor en el organismo, e inclusive otros pagan con cárcel.

Para evitar injusticias, esta superintendencia reglamentó el uso de los alcoholímetros, que deberán cumplir estrictos requisitos, como lo explicó el superintendente delegado Alejandro Giraldo.

A la superintendencia le preocupan los alcoholímetros que por golpes están marcando niveles de alcohol superiores a los que deberían marcar, y aquellos que cuando están expuestos a condiciones de mucho electromagnetismo como los transformadores de electricidad ya que tampoco marcan bien y por casos como estos y muchos más, endurece la reglamentación.