Internos de la cárcel de Picaleña se hacen pasar como guerrilleros para extorsionar a comerciantes de Ibagué

por Ondas de Ibagué
Exclusivo

Una nueva modalidad de extorsión tiene atemorizados a varios comerciantes de la capital tolimense.

Se trata de una banda delincuencial que está engañando a los empresarios locales mediante negocios ficticios los cuales terminan en secuestros exprés, intimidaciones, maltratos y millonarias exigencias económicas a sus familiares a cambio de liberarlos.

Ondas de Ibagué conoció el caso de tres funcionarios de una empresa dedicada al suministro de elementos de bioseguridad que fueron víctimas de los criminales que, al parecer, operarían desde la cárcel de Picaleña.

Hace pocos días este grupo de personas fue citado por un hombre que estaba interesado en realizar una compra. El punto de encuentro fue la vía que comunica a Ibagué con el municipio de Rovira, en el sector conocido como La Manga, muy cerca de una obra que, al parecer, era propiedad del presunto comprador. 

WhatsApp Image 2020 11 11 at 8.28.15 AM 1

Sin embargo, lo que parecía una jornada de negocios exitosa y con buenas expectativas comerciales, terminó convirtiéndose en la peor pesadilla de sus vidas.

Así opera la banda

Durante el desplazamiento, los hombres perdieron comunicación con el interesado y sospechosamente fueron contactados vía celular por un sujeto que se identificó como comandante guerrillero.

El presunto subversivo les indicó que acababan de ingresar a una zona roja que era controlada por ellos y aclaró que no era posible salir de allí hasta que sus familiares pagaran gruesas sumas de dinero por su rescate.  

Asimismo, advirtió que varios francotiradores los estaban vigilando y que ante alguna intención de llamar a las autoridades o huir, abrirían fuego. El aviso desencadenó el pánico de los funcionarios quienes creyeron que los iban a asesinar.

En medio de las amenazas, los supuestos guerrilleros obligaron a las víctimas a llamar a sus familiares y leer al pie de la letra un libreto dictado por llamada en donde presionaban a sus allegados a pagar en un plazo máximo de una hora.

La exigencia inició en $30 millones de pesos y le dictaron una cuenta de ahorros de Bancolombia para depositarlo, sin embargo, una de las familiares que estaba a cargo de la negociación expresó que era imposible reunir esa suma en tan poco tiempo y los delincuentes, quienes daban instrucciones por teléfono, terminaron recudiendo el valor a $7 millones de pesos.

No obstante, la familiar no accedió al pago y tras completar más de cuatro angustiosas horas de retención, el delincuente finalmente colgó el teléfono al no lograr su cometido.

WhatsApp Image 2020 11 11 at 8.28.15 AM

Los delincuentes nunca llegan al sitio, todo es por teléfono

En el lugar de los hechos no hizo presencia ningún delincuente y todo se trató de una mentira muy bien fabricada por la habilidosa banda que, al parecer, engaña a sus víctimas desde varios centros penitenciarios del país, indicó el Gaula.

A raíz de lo sucedido, esta redacción también conoció más casos exactamente iguales a través de redes sociales.

Algunas víctimas terminan accediendo a las extorsiones, mientras que otros se llenan de valor, no se dejan engañar y huyen de la zona.

“Es verdad, a nosotros nos pasó. La cita para una supuesta construcción fue en Rovira y hacen que la persona se desvíe por una carretera destapada y le dicen que si se mueve le dispara un francotirador. Por otro lado, a la familia le dicen que interrumpió una reunión importante de la guerrilla y que toca negociar por su rescate”, comentó otra víctima en Facebook.

La recomendación del Gaula

En el caso de que usted reciba una llamada extorsiva de estas agrupaciones delincuenciales, el mayor Gabriel Niño, comandante del Gaula de la Policía del Tolima, recomendó colgarles a los delincuentes, no aceptar sus exigencias económicas y comunicarse de inmediato a la línea 165 para denunciar el hecho.

“La recomendación es que apenas los llamen a extorsionarnos les cuelguen. No les sigan la corriente a estos delincuentes que operan desde distintas cárceles del país y todo lo que dicen es completamente falso. En la línea 165 estamos atentos a indicarles qué es lo que tienen que hacer y cómo actuar”, explicó el oficial.