Con la llegada de diciembre regresan los característicos estruendos de pólvora en varios sectores populares de la capital tolimense.

Y aunque año tras año las autoridades insisten en no quemar estos elementos explosivos, varios ciudadanos siguen haciéndolo por gusto, tradición o para celebrar la temporada decembrina.

Sin embargo, todavía muchos desconocen que los animales domésticos son los más perjudicados por este tipo de prácticas.

Dora González, habitante del barrio Ambalá de Ibagué, sufrió en carne propia las consecuencias de la pirotecnia con su perrita french poodle. El pasado lunes 7 de diciembre, mientras celebraba el día de las velitas, la cachorra corrió despavorida por las explosiones de voladores y permaneció varios días desparecida.

“Estábamos prendiendo las velitas, cuando empezaron a quemar pólvora unos vecinos y ahí fue donde la perrita salió corriendo. La buscamos toda la noche y no la encontramos. Después de dos días la rescatamos. Estaba muy nerviosa”, expresó la propietaria.

Laura Sánchez, defensora de animales e integrante de la fundación Potencialmente Amorosos reveló que desde que solo esta semana, ha recibido el reporte de aproximadamente 50 propietarios de perros y gatos que buscan por cielo y tierra a sus mascotas luego de que huyeran de sus casas por cuenta de los estallidos.

Otros colectivos en redes sociales también han registrado centenares de caninos y felinos perdidos y otros más que fallecieron infartados luego de sufrir ataques de pánico.

Y no es para menos. Según datos del Grupo Especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal (Gelma) de la Fiscalía General de la Nación, la explosión de pólvora puede llegar a los 200 decibeles, los perros y gatos soportan 80, mientras que las zarigüeyas y aves resisten hasta 100.

Ese oído privilegiado de los animales, que les permite captar el ruido, se ve alterado al escuchar las detonaciones.

La pólvora seguirá existiendo y quienes la quemen también, por esta razón, el director del Hospital Veterinario de la Universidad Cooperativa de Ibagué, Fernely Plazas, entregó una lista de recomendaciones para que sus mascotas no huyan o en peor de los casos muera.

El método Tellington

Consiste en vendar al perro o gato formando una especie de ‘ocho’ de tal manera que empiece haciendo contacto con la zona del pecho, cruce en la espalda -no en la columna- y termine en los cuartos traseros, tal y como muestra esta imagen.

Hablarle al animal y tranquilizarlo

Los veterinarios recomiendan no aprobar los comportamientos nerviosos de los animales y tranquilizarlo. “No se trata de regañarlo, pero sí dejarle claro que no tiene que asustarse”, expresó el experto.

Subirle el volumen a la música

Otra estrategia que ha funcionado es poner música a un volumen moderado el fin de que el sonido de la pólvora quede en un segundo plano. Según varios propietarios, la estrategia tranquiliza a sus mascotas e impide que se pongan nervioso.

Gotas tranquilizadoras de valeriana

En algunas veterinarias de Ibagué venden calmantes para caninos y felinos a base de valeriana y otras plantas naturales. Sin embargo, hay que tener cuidado y no abusar de las dosis.