Alcaldía advierte graves fallas operativas al interior del centro de resocialización y cuestiona el manejo del operador del ICBF.

La visible falta de control que se vive al interior del Politécnico Luis A. Rengifo, ubicado en el barrio Claret de Ibagué, tiene a las autoridades locales preocupadas y con las alarmas encendidas.

Luego de una visita de inspección adelantada el pasado miércoles por la Policía de Infancia y Adolescencia, Alcaldía, Gobernación y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), se evidenció que en la correccional de la capital tolimense no hay Dios ni ley.

Durante un operativo sorpresa las autoridades lograron incautar gran cantidad de elementos, que se supone, están prohibidos al interior del establecimiento.

Cuchillos, desatornilladores, tijeras, celulares y todo tipo de drogas fueron halladas tras una exhaustiva requisa al interior de las celdas que confirmó graves fallas del operador del ICBF el cual está a cargo del centro de resocialización de menores.

El secretario de Gobierno, Carlos Portela, alertó de lo que está sucediendo e hizo un llamado de atención urgente con el fin de que se apliquen correctivos de manera inmediata.

“Vemos que hay unas fallas serias estructurales. Quienes está operando al interior del Politécnico, debe de alguna u otra manera remediar de manera urgente dicha situación”, expresó Portela.

De igual manera, el funcionario indicó que el control de las directivas es deficiente y cuestionó la rigurosidad de las medidas de seguridad que están generando riñas entre los jóvenes y trágicos desenlaces como el de hace unas semanas en donde un menor asesinó a otro, presuntamente, por disputarse un tarro de bóxer.

El jefe de la cartera de Gobierno no entiende de qué manera entran todos estos elementos que se incautaron en días pasados.

“No sabemos cómo ingresan estar armas y estupefacientes. Los celulares están prohibidos, pero encontramos varios, entonces sí evidenciamos muchas fallas. Eso es riesgoso que debe corregirse de inmediato. Se supone que hay control al interior de este establecimiento, pero evidenciamos que no hay rigurosidad con eso. Desde la Alcaldía hemos dejado constancias de ello”, señaló.

El crítico panorama parece tocar fondo, más aún cuando está prohibida la presencia permanente de la Policía y guardias que garanticen el orden y el estricto cumplimiento de las normas.

Allí, los jóvenes prácticamente hacen lo que quieren y los funcionarios no les queda otra opción aceptar sus vicios o de lo contrario terminan amenazados, golpeados y en el peor de los casos asesinados.

A raíz del preocupante panorama, el gobierno local anunció una importante inversión para la instalación de 16 cámaras de seguridad que permitan mejorar el control en la correccional y disminuir la violación de las normas.

Portela afirmó que las herramientas tecnológicas se implementarán por medio de un convenio con la Gobernación del Tolima en los próximos días.

La situación, sin duda, hace rato que se salió de las manos del ICBF y si las autoridades no ponen en cintura a las directivas del Politécnico en vez ser un centro de resocialización seguirá siendo una escuela del delito.