Policía Metropolitana niega que usó gases lacrimógenos vencidos en protestas de Ibagué

por Redacción Judicial

Sin embargo, las afirmaciones del comandante de la Metib no coinciden con las entregadas por el jefe de comunicaciones de esa unidad. Hay contradicciones que generan un manto de dudas.

Policía Gases

La Policía Metropolitana de Ibagué (Metib) negó el uso de gases lacrimógenos vencidos durante las protestas del pasado primero de mayo en la capital tolimense.

Luego de 18 días, el coronel Jovani Benavides, comandante de esa unidad, respondió un derecho de petición enviado por Ondas de Ibagué en el que solicitó explicaciones sobre el hallazgo de dos granadas con carga química CS (lacrimógenas) con fecha de validad vencida.

El oficial señaló que luego de analizar el número del lote y código de los dos artefactos que fueron encontrados por una mujer en la calle 37 con carrera Sexta la mañana del 2 de mayo, no pertenecían a la Policía, según sus registros.  

“Ninguno de los funcionarios adscritos a la Policía Metropolitana de Ibagué utilizaron en las manifestaciones del primero de mayo de 2021 granadas con cargas química CS de fecha de validad en febrero de 2018 y fabricación 2013 y lote CAY – B y código de XBP13, respaldando lo dicho según base de datos y sistemas de información de la Policía Metropolitana, de tal manera que la unidad no ha contado con esa clase de lote”, señaló el oficial en la comunicación enviada a este medio de comunicación.

De igual manera, el coronel Benavides reiteró que la institución no cuenta con la ficha técnica de estas armas químicas marca Condor porque nunca existieron en sus inventarios.

“Esta unidad de Policía no cuenta con la ficha técnica, toda vez que el lote y código nunca han existido en los inventarios de la Policía Metropolitana de Ibagué”, subrayó el coronel en su respuesta.  

Asimismo, reveló que durante la noche del primero de mayo, fecha en la que fue asesinado el joven Santiago Murillo a manos de un policía, 437 efectivos salieron a controlar las manifestaciones en varios puntos de la ciudad con sus armas, municiones y dispositivos debidamente inspeccionados y registrados por el armerillo de turno.

Sin embargo, la Policía se abstuvo se enviar a esta redacción copia de los registros que quedaron consignados esa noche en el libro de control porque hacen parte de la investigación que adelanta la Fiscalía para esclarecer el asesinato del adolescente de 19 años.

“El armerillo de turno es quien ejerce control del mismo (libro de control) y hace entrega de las armas menos letales, en estos ejemplares se registra la persona que recibe elemento, ejemplar que goza de reserva al ser solicitado por la Fiscalía General de la Nación por los hechos registrados el pasado primero de mayo”, indicó Benavides.

Por último, afirmó que los controles para identificar armas y artefactos  vencidos son estrictos y se adelantan mensualmente con el fin de recogerlos y destruirlos.

“El control se hace de manera mensual por parte de cada Comandante de los centros de costo de la unidad, una vez encontrado elementos que hayan perdido su vigencia o se encuentren obsoletos, son recogidos para realizar el trámite de su destinación final”, detalló.

Las contradicciones de la Policía

Llama la atención que las afirmaciones del comandante de la Policía Metropolitana no coinciden con los chats que cruzó un periodista de Ondas de Ibagué el pasado 3 de mayo de 2021 con el jefe de Comunicaciones de la Metib, capitán Fredy Eduardo Gélvez Sandoval.

A través de WhatsApp institucional, el uniformado hizo varias afirmaciones que evidencian contradicciones al interior de la institución.

Inicialmente, el oficial reconoció que en las bodegas de la Policía Metropolitana sí había gases lacrimógenos vencidos tras realizar una inspección ese mismo día.

Asimismo, señaló que al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) le habían renovado hace pocos días todo el material de gas, sin embargo, aclaró que a los ‘policías de verde’ no se lo habían renovado y podrían tener material viejo o vencido.

Por último, reveló algo grave y muy delicado en donde aduce que los policías ‘ni se fijan’ en detalles tan importantes como las fechas de validad.  

Esto dicen los chats:

Fecha: 3 de mayo de 2021. Hora: 11:05 de la mañana.

Capitán Fredy Gélvez:  Mientras sale mi Coronel (Benavides) voy para el armerillo a ver lo que ellos tienen ahí. Sé que todo el Esmad les renovaron todo el material de gas y esas cosas, pero no sé si el que tenemos para los policías de verde puede tener material viejo, eso sí puede ser. Y uno agarra eso y ni mira.

-Periodista: ¿Y es correcto utilizar material 'viejo' cuando la etiqueta del gas dice que puede ser peligroso?

- ¿A través suyo, le puedo enviar un cuestionario al Coronel?

Capitán Fredy Gélvez:  A si si.

Periodista: En la tarde le envío un cuestionario.

- Capitán Fredy Gélvez:  Estoy en el armerillo mirando y encontré unas (granadas de gas lacrimógeno) en bodega viejas (emoji de cara triste).

- Pero están en bodega

- Apenas pueda voy a ir a mirar las que tiene los policías y las voy a revisar.

Periodista: ok quedo pendiente.

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Sin embargo, el capitán Gélvez nunca entregó detalles de la anunciada revisión, razón por la cual esta redacción tuvo que recurrir a un derecho de petición en el que formuló 15 preguntas para solicitar explicaciones.

Sobre la respuesta de la Policía y la evidente incoherencia en sus afirmaciones, quedan varias preguntas:

¿Si los gases vencidos no pertenecían a la Policía, entonces los manifestantes tenían en su poder artefactos de uso exclusivo de la Fuerza Pública?

¿Si el comandante de la Policía aseguró que todas las armas de dotación son inspeccionadas mensualmente y se descarta material vencido, por qué su jefe de comunicaciones afirmó lo contrario?

¿Por qué la Policía no ha denunciado que los manifestantes, al parecer, tienen en su poder artefactos de uso exclusivo de la fuerza pública durante las manifestaciones?

La Defensoría del Pueblo hace inspecciones aleatorias al Esmad antes de salir a manifestaciones.  ¿Por qué no lo mencionaron, como muestra de garantía en las manifestaciones?

Abogados consultados por Ondas de Ibagué señalaron que de comprobarse que la Policía Metropolitana utilizó armas químicas vencidas en contra de los manifestantes en Ibagué podría exponerse a sanciones disciplinarias y derivar demandas contra el Estado por parte de las víctimas afectadas con la inhalación de los gases.

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Gases lacrimógenos vencidos son perjudiciales para la salud

Según Nury Vargas, bioquímica de la Universidad Nacional, el gas CS (lacrimógeno) tiene potencial cianogénico.  

“Sin embargo, a concentraciones de hostigamiento, la producción de cianuro sería excesivamente pequeña y sin ninguna importancia clínica. Aclarando que el producto se debe encontrar dentro de las fechas de vida útil entregadas por el fabricante, si el producto no se encuentra en este tiempo de vida útil, se incrementa la probabilidad de generar el cianuro de hidrógeno”, indicó la profesional al diario El Espectador.

Para Vargas, sí hay potencial de que el gas CS se convierta en cianuro, sin embargo, su concentración sería tan mínima que no representa un riesgo mortal.

Para la doctora Diana Pava, médica toxicóloga, el vencimiento de las latas de gas lacrimógeno CS no hace que se convierta en cianuro, sino que la lata pierda otras propiedades químicas, no obstante, sigue generando asfixia y taquicardia y lesiones en la piel.

“Cuando se libera el gas CT y entra en contacto con el aire o la humedad puede formar gases tóxicos como el cloruro de hidrógeno, pero no cianuro. Puede reaccionar con otras sustancias como cloro o bromo, pero cianuro no. Eso no es así. Sigue siendo un gas asfixiante que ahoga y da taquicardia, pero no son letales, por eso están autorizados”, explica.

Sin embargo, el uso indiscriminado de este gas vencido puede llegar a ser letal como ha denunciado Amnistía Internacional en Tear Gas: An investigation, un sitio multimedia interactivo de la organización donde se examina en qué consiste el gas lacrimógeno y cómo se utiliza, y se documentan decenas de casos de uso indebido por las fuerzas de seguridad en todo el mundo, a menudo con el resultado de lesiones graves o muerte.