Desamparado está el abuelo proveniente del sector la Vega, cerca al Río Combeima, luego de perder su vivienda tras la avalancha y, posteriormente, ser desalojado de su resguardo. 

Sus gatos y perros llevan 3 días esperando en aquel rincón, aguantando a la intemperie sin comida, mientras que gente sin escrúpulos roba las tejas y lo poco que quedó de aquel ranchito. Del adulto mayor se desconoce cuál es su refugio. 

Dejando a un lado el pequeño rancho construido con tanto esfuerzo y con ilusión, un abuelo amante de los animales se vio obligado a desalojar su hogar por una orden de la junta de acción comunal.

Como si fuera poco haber perdido su vivienda tras la avalancha del Río Combeima y padecer el robo de sus pertenencias para pasar a vivir del día a día en un pequeño rancho localizado a orillas de la carretera, el anciano tuvo que dejar a sus mascotas y su improvisada vivienda porque la junta le aseguró que era inseguro para él. 

“Le dieron un ranchito al borde de la carretera donde vivía pobremente, sin ayudas del gobierno, lo poco que tenía se lo robaron, había sobrevivido a la pandemia y el río lo dejó sin nada. La junta dijo que hasta diciembre le daba plazo, y el lunes que se fue temoroso le tumbaron el rancho, se llevaron las cajas, le hicieron el desplante y desbarataron todo”, contó Aracelly Guarnizo, denunciante de este hecho. 

Por lo mismo, la señora hace un llamado a las autoridades para brindar cobijo y ayuda al ciudadano que ha enfrentado tanta problemática en los últimos dos años. Así como también un resguardo para los animales que tuvo que abandonar en aquel sitio.