Ibaguereños denuncian abusos de autoridad por parte de los guardas de Tránsito en Ibagué

por Ondas de Ibagué

Malestar general en la comunidad ibaguereña ha causado la manera cómo los agentes de Tránsito de la Alcaldía de Ibagué vienen manejando, al momento de realizar operativos en esta ciudad, en especial, cuando hacen las inmovilizaciones de vehículos, sea moto o carro, situación que no tiene muy contentos a los conductores y propietarios de rodantes, particulares o públicos, situación que debe cambiar, antes que la ciudadanía lo haga por las vías de hecho.

A través de las redes sociales y en los grupos de Apoyo del whatssap, son constantes las quejas y los reclamos por el actuar de estos uniformados, sin que las autoridades locales hayan hecho algo por remediarlo, y evitar más adelante algún problema entre los afectados y los “Azules”, como son conocidos estos funcionarios encargados del tránsito y la movilidad en Ibagué.

“Los hemos visto cuando llegan a inmovilizar alguna moto o carro y la verdad que molesta la forma cómo actúan ellos, cuando ubican la presa, y en el caso de las motos, la levantan de la llanta delantera, la ruedan varios metros hasta donde está la grúa y se la llevan sin que les importe el daño que le hacen al ciudadano que utiliza esta clase de vehículos, como medio de transporte para ir y venir de sus casas y trabajo”, dijo una mujer afectada, quien prefiere mantener su identidad en reserva.

Mientras que se debate la manera correcta y legal como deben actuar los agentes de Tránsito en Ibagué, algunos de los afectados reclaman a estos funcionarios públicos, que ellos deben de utilizar los pitos para hacer tres llamados al conductor, antes de inmovilizarle la moto o el carro.

Por su parte, hay quienes dicen que esto no hay qué hacerlo, motivo por el cual la ciudadanía exige a las autoridades locales que socialicen la manera correcta cómo deben realizar los operativos, trabajo que muy seguramente podría calmar los ánimos de los afectados por esta forma de trabajar de estos uniformados.

Por: Juan Manuel Escobar, periodista judicial.
*Imagen de referencia