Tolimense resultó ser líder de una red internacional de trata de personas que enviaba mujeres a países de Asia

por Ondas de Ibagué

El juez Segundo del Circuito Especializado de Buga condenó, en ausencia y sin 

ningún tipo de beneficio, a 30 años y 9 meses de prisión a Martha Lucrecia Hoyos 
Llanos, alias María, por su parte la Fiscalía Especializada de la Unidad de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario le imputó cargos a la mujer como coautora responsable de los delitos de trata de personas, tortura y concierto para delinquir.

“María”, de 62 años de edad es natural de Cunday, en Tolima, y es acusada de manejar un red transnacional de trata de personas que opera en el centro del Valle del Cauca reclutando mujeres de entre 18 y 25 años de edad a quienes enviaba a países de Asia con promesas de trabajo en hoteles 5 estrellas y altas remuneraciones en dólares.

Según el juez segundo, “Martha Lucrecia Hoyos Llanos lidera una organización criminal de carácter transnacional cuya finalidad es la captación, traslado y recepción de mujeres colombianas, especialmente residentes en municipios del departamento del Valle del Cauca de escasos recursos para ser explotadas en países asiáticos”.

Según lo establecido en las investigaciones de la Fiscalía, las mujeres reclutadas terminaban en manos de redes de controladores de la organización criminal que las obliga a ejercer la prostitución, convirtiéndose en damas de compañía de los jefes de la mafia japonesa conocida como Yakuza, lo mismo que de empresarios extranjeros en Indonesia, Filipinas y Hong Kong.

El proceso penal contra alias María se inició por la denuncia de una mujer que, atraída por los ofrecimientos engañosos de mejores oportunidades laborales en el exterior, fue atraída en Buga por dos mujeres, una de ellas hermana de alias María.

Según se narra en el proceso judicial, las mujeres se trasladaron hasta Yakarta con una mujer a quien habían engañado con falsas promesas, a quien obligaron a ejercer la prostitución en la capital de Indonesia durante un año, hasta que se fugó de sus captores.

En su huida la mujer llegó al consulado de Colombia y logró ser repatriada al país.

De acuerdo con el testimonio de la víctima, la captadora la obligó a inyectarse “biopolímeros” en una clínica artesanal en Manila, Filipinas, para agrandar sus senos y así obtener más dinero.

“Cuando llegué con María, al consultorio, dos personas me hicieron acostar en una camilla, me hicieron quitar la blusa y el sostén y empezaron a llenar de un aceite unas jeringas grandísimas, me tocó dejarme hacer eso, me amarraron a la camilla y empezaron a inyectarme”, contó la mujer.

En la condena, el juez le solicitó al Ministerio de Justicia y del Derecho elevar una petición de extradición contra Marta Lucrecia Hoyos Llanos; además de expedir una circular roja por Interpol para que alias María sea capturada en cualquier país de Asia donde opere la red transnacional de trata de personas.

Por: Juan Manuel Escobar, periodista judicial.