Paul Fernando Hernández Quintero, Yeison Maguiver Useche Zamora y Kevin Yuseth Ruiz Benavides, auxiliares del Inpec, y William Alfredo Olaya Garzón, dragoneante de esa entidad en la cárcel Coiba Picaleña de Ibagué, fueron imputados por la Fiscalía por los delitos de concierto para delinquir con fines de extorsión; cargos que no aceptaron.

La investigación que adelanta el ente acusador, hace cerca de un año, indica que entre el año 2015 y el 2018, los hoy imputados supuestamente sirvieron de facilitadores a algunos internos de ese centro penitenciario para que extorsionaran a los ciudadanos que consideraran posibles víctimas, bajo la modalidad de suplantación de autoridad o Tío-Tía.

Su modus operandi consistía en permitir que les fueran ingresados celulares y tarjetas Sim Card para hacer las llamadas sin problema alguno desde dicha cárcel.

Esto se logró determinar gracias a la interceptación que por 180 días mantuvo la Fiscalía a la línea telefónica al dragoneante Olaya Garzón, previa autorización de un juez con funciones de control de garantías de la ciudad, permitiendo así recoger elementos con vocación de prueba que pusieran en evidencia al funcionario respecto a la comisión de las extorsiones.

De igual manera se hizo un análisis de sus movimientos bancarios, lo que denota un ingreso continuado de dinero de manera injustificada, por lo que se presume recibían dinero por ingresar los aparatos celulares.

El dinero de la presunta extorsión fue enviado a diferentes casas de giro y consignado en bancos por mujeres, de quienes luego se comprobó que tenían varias entradas como visitantes a la cárcel.

Por: Juan Manuel Escobar, periodista judicial.