A pesar de que Ibagué sigue catalogada como una ciudad con alta afectación de COVID-19, los ciudadanos continúan infringiendo las medidas restrictivas que buscan mitigar la propagación del virus.

De acuerdo con la Policía Metropolitana entre el 3 y 9 de agosto del presente año se impusieron 781 comparendos a indisciplinados que fueron sorprendidos violando el toque de queda, el uso del tapabocas, distanciamiento social, entre otras.

En medio de las diligencias, las autoridades también reportaron la intervención de cinco fiestas clandestinas y la incautación de buena cantidad de droga: más de 74.000 dosis de clorhidrato de cocaína y casi 4.000 gramos de marihuana avaluados en más de $380.000 millones.

De otro lado, se registraron alrededor de 7.850 llamadas en la línea 123, en donde la comunidad denunció vecinos ruidosos, violación del toque de queda y tertulias comunales, entre otras.