Policía tolimense murió en tragedia de Mocoa

por Ondas de Ibagué

Deciderio Ospina, de 25 años era uno más del listado de desaparecidos en la tragedia que enluta el pueblo de Mocoa, en Putumayo, hasta que su cuerpo fue hallado sin vida en medio de la palizada que arrasó con medio municipio.

Ospina era oriundo del municipio del Guamo donde reside su familia que hoy llora su partida y hacia donde fue trasladado el féretro con los restos mortales del uniformado en el grado de Patrullero, de quien se supo llevaba 4 años en la policía y quien actualmente estaba adscrito a Infancia y Adolescencia en el municipio de Mocoa.

La noche de la tragedia, el compañero de Ospina sobrevivió y a través de un comunicado de la Policía se conocieron detalles, donde se dijo que en medio de la tempestad y prácticamente en tinieblas, los policías Deciderio Ospina Otavo y Gerardo Segundo Cuao Gutiérrez, patrullaban las calles de Mocoa, a bordo de una camioneta de la Institución.

De un momento, las aguas desbordadas de los ríos Mocoa, Mulato, Taruca y Sacoyaco comenzaron a inundar el sector del barrio El Carmen, hasta donde llegaron los dos patrulleros guiados por los crecientes pedidos de auxilio de varios lugareños.

Tras ayudar a poner a salvo a los primeros damnificados, los policías se percataron de que la avalancha de lodo, piedras y palos amenazaba con llevarse la patrulla. Ospina se puso al volante y Cuao ocupó el puesto del copiloto, pero el vehículo sucumbió ante la furia de las aguas y comenzó a ser arrastrado sin control.

El patrullero Ospina abrazó a su compañero y se lanzó de la camioneta, mientras Cuao optó por reclinar la silla y aferrarse con fuerza.

Doscientos metros más abajo, otros policías, ayudados por bomberos, efectivos de la Defensa Civil y algunos ciudadanos, ubicaron la camioneta y, con el uso de herramientas pesadas, rompieron la patrulla y salvaron al patrullero Cuao, quien tan sólo presenta unas pequeñas heridas.

Sin embargo, el río de la muerte arrastró por 20 kilómetros el cuerpo del patrullero Ospina, hasta ser ubicado por otro grupo de policías en inmediaciones del pueblo vecino, Villa Garzón, en medio de, al menos, 20 cadáveres más.

Con este uniformado el Tolima puso su cuota en la fatal madrugada de este sábado en la que quedó borrado del mapa un 70 por ciento del municipio de Mocoa.

El listado de muertos aumenta con el pasar de los minutos y el dolor es aún más fuerte para esta comunidad que lo perdió todo y que se enfrentará a un problema de salud pública por la descomposición de los cuerpos que ya se empieza a sentir.

Al uniformado muerto en esta tragedia, se le rendirán homenajes en el municipio de Guamo donde desde ayer es velado por su familia.

Por: Juan Manuel Escobar, periodista judicial