Los comparecientes del Comando Conjunto Central, fueron llamados a reconocer ante las víctimas, la justicia y el país su responsabilidad por secuestros ocurridos en Tolima, norte de Huila y Quindío.

Quienes deben comparecer este viernes 26 de abril, en Audiencia pública de reconocimiento de verdad en Ibagué son:  Eduardo Rayo, Enoc Capella Trujillo, John Jairo Oliveros Grisales, Nelson Antonio Jiménez, Édgar Ramírez Medina, Víctor Hugo Silva, Álvaro López, Gustavo Bocanegra, Wilson Ramírez Guzmán y Raúl Agudelo Medina.

Los firmantes de paz fueron convocados por la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP hizo la imputación por su participación en crímenes de guerra de toma de rehenes, homicidio, atentados a la dignidad personal, tratos crueles e inhumanos, así como crímenes de lesa humanidad, de privaciones graves de la libertad, asesinato, desaparición forzada, violencia sexual, tortura y otros actos inhumanos.

John Jairo Oliveros Grisales, uno de los 10 comparecientes ante la JEP, mencionó que el secuestro, “somos 10 firmantes del acuerdo de paz, exintegrantes del comando Adam Izquierdo que operaba en Tolima, Quindío y parte del Huila, estamos llamados en el macro caso 01 que corresponde a casos de secuestros y extorsiones”.

Agregó que para el comando central estos dos delitos eran fundamentales para mantener la economía, “era política de Farc porque la guerra se prolongó en el tiempo, había que conseguir el dinero para todo lo que demandaba sostener a un ejército en armas, desde el año 2000, la orientación fue exigir dinero solo a personas que tuvieran más del medio millón de dólar en adelante; pero no se cumplió, hoy reconocemos que el secuestro es un delito muy aberrante”, manifestó el reincorporado.

Con esta primera Audiencia Regional de Reconocimiento de Verdad, la sala ahonda en el esclarecimiento de los secuestros cometidos por las estructuras de la extinta guerrilla en las distintas regiones del país. A lo largo de ese proceso judicial la sala recibió más de 1.300 observaciones de las víctimas, en las que demandaron una verdad detallada, que diera cuenta de la materialización de las órdenes.

Bajo ese contexto, la JEP decidió descender en la cadena de mando, al considerar que eran los mandos medios de bloques y comandos quienes ejecutaron las órdenes en las regiones y eran ellos quienes podían dar respuesta a las demandas de verdad que reclaman las víctimas.