Luego que Invima realizó el cierre de la planta de beneficio de Planadas por incumplir los requisitos de salubridad mínimos, los comerciantes y consumidores, denunciaron incremento de la ilegalidad en el comercio de cárnicos y la afectación económica de docenas de familias.

Wilson Alonso Salazar, comerciante señaló que las pérdidas económicas que se han presentado son millonarias, puesto que se sacrificaban cerca de 70 reses semanales para el consumo local.

Comerciantes aseguran que el cierre está afectado la productividad del municipio y a la ciudadanía, porque se puede aumentar el consumo de carne ilegal que puede generar un problema de salubridad pública.

José Funnor Dussan alcalde de esta población señaló que, el cierre de planta se había ordenado en el año 2008, y el desacato por más de diez años generó millonarias multas para el municipio.

De momento, el sacrificio de animales se realiza en Chaparral, lo que aumenta el precio de la carne para los habitantes de Planadas.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional.