Personal médico y administrativo del Hospital de Villarrica protestaron por el mal estado financiero de esta entidad, asegurando que lo piensan cerrar por el embargo de bancos y deudas con los empleados, a quienes no les han pagado los sueldos ni las prestaciones sociales.

Solicitaron gestión al alcalde municipal Julio César Pérez y al gobernador del Tolima Ricardo Orozco, en una jornada en la que frenaron la atención en el centro de salud e informaron las irregularidades en el manejo de los recursos.

“Estamos debiendo cerca de $30 millones de pesos por el arriendo al Comité de Cafeteros. Estamos mirando como la alcaldía apoya porque él es el encargado de la salud en el municipio. Nos dieron $10 millones y nos los echaron en cara, eso fue bueno, pero se fueron rápido”, expresó uno de los funcionarios del hospital en medio de la jornada de paro.

Los funcionarios continúan prestando sus servicios solamente como ayuda a la población, y exigieron al mandatario local que se les solucione la situación y se salve el Hospital. La personera municipal acompañó a los empleados en la jornada de protesta pacífica.