Tras ser rescatados como bebés que habían perdidos sus padres, y luego de siete meses de recuperación en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, dos mapaches fueron reubicados al programa de conservación en el Zoológico de Cali.

Así mismo Cortolima realizó el traslado hasta la capital del Valle del Cauca, de un pájaro carriquí, que había sido incautado junto a la Policía Ambiental en el mes de junio en Ibagué.

Los jóvenes mapaches crecieron bajo el cuidado parental artificial que profesionales de Cortolima les brindaron pues, si bien su salud y comportamiento avanzaban junto con su tamaño, la falta de unos padres naturales y de su especie no permitió que adquirieran todas las habilidades necesarias para sobrevivir por su cuenta.

“Se toma la decisión de reubicar los individuos debido a que posterior a las respectivas valoraciones clínicas y biológicas arrojaron comportamientos de improntas marcadas, dado a la cercanía que estos individuos tuvieron con los seres humanos, lo que hacía inviable su liberación, por lo tanto, son reubicados para que contribuyan al proceso de protección y conservación de la fauna en estado ex-situ” indicó el biólogo Juan Fernando Gutiérrez, profesional a cargo del proceso.

De esta manera y con la idea de brindar una vida próspera y que aporte al entendimiento de la fauna silvestre, Cortolima en convenio con el Zoológico de Cali trasladaron a estos pequeños, que ahora enseñan a grandes y niños la importancia de preservar y cuidar la especie.