La clínica Traumanorte, registra un 70% de ocupación y en el hospital del municipio han incrementado las consultas por síntomas asociados al COVID-19.

Sigue el esfuerzo de los mandatarios municipales por hacerle frente a la afectación que deja el COVID-19 a la salud de los tolimenses y en Mariquita, donde hay registro de más de 600 contagios, el alcalde Juan Carlos Castaño gestiona con la secretaría de Salud del departamento la manera de dotar a la clínica privada de la población con nuevos ventiladores que permitan proteger la vida de los pacientes que requieran de camas de cuidados intensivos. 

La clínica Traumanorte de Mariquita tiene una ocupación del 70% en la unidad de cuidados intensivos y hay nueve camas de cuidados intermedios que de ser dotadas con ventiladores podrían salvar la vida de los ciudadanos cuya salud se vea más afectada por cuenta del virus.

En cuanto al hospital San José de Mariquita, que es de primer nivel,  la ocupación de camas es baja, pero las consultas por síntomas asociados al COVID-19 han aumentado en los últimos días. Además, el personal médico está agotado tras el arduo trabajo de diciembre, donde se atendieron en este centro asistencial 450 pacientes respiratorios y 70 por accidentes de tránsito.