El alto índice estaría afectando directamente al Sistema de Salud Colombiano.

"La siniestralidad vial en Colombia es una epidemia silenciosa, los colombianos y los organismos de control no podemos tener los ojos cerrados frente a esta problemática económica y social”, afirmó ayer en la tarde el contralor general de la República (e), Carlos Mario Zuluaga Pardo.

A su vez afirmó que el aumento de la siniestralidad vial está afectado el sistema de salud de nuestro país, teniendo en cuenta que en el 2022 la ADRES (Entidad del Estado que maneja las diferentes fuentes de financiación del sistema de salud colombiano) asumió reclamaciones por $530 mil millones de personas que presuntamente estaban en la ilegalidad por no tener SOAT o por tener un SOAT falso o porque se esfumaron al momento de producir la afectación a un tercero.

Según un dato de Envías y de la Contraloría General en las carreteras del departamento del Tolima,  se registraron altos índices de  accidentalidad en especial en la carretera entre espinal, Guamo, Neiva y la Línea entre Ibagué y Calarcá  (Quindío) donde se han registrado en carro y motos más de 89 accidentes de tránsito en el 2022 y lo corrido del 2023,  dejando más de 167 personas fallecidas.

Cifras contradictorias para las finanzas del Estado, según Zuluaga Pardo pues mientras el Sistema de Salud reporta anualmente 32 mil lesionados, el reporte de la ADRES de pagos de atenciones en salud por siniestralidad suma aproximadamente 800 mil por año.