Capitán. Así se llamaba el perro cordobés de Miguel Guzmán quien murió en marzo de 2006. La mascota se hizo famosa en todo el mundo, tras conocerse que su misión diaria era acompañar a su dueño en su tumba.

A sus 16 años y aquejado por algunas enfermedades, Capitán dijo 'adiós' a este mundo, siendo hallado sin vida en un baño del cementerio.

Una insuficiencia renal y pérdida de parte de su visión, sumado a su avanzada edad, poco a poco cegaron la vida de Capitán, quien pese a su estado de salud hizo hasta lo imposible por acompañar a su dueño cada uno de sus días, incluso en los momentos más difíciles.

"Podríamos haberlo internado, pero era para que muera en la veterinaria, así que preferimos dejarlo y atenderlo en el cementerio, donde él vivía y se sentía tranquilo", dijo el veterinario Cristhian Stempels al diario La Voz del Interior.

Pese a que nadie sabe cómo el perro encontró la tumba de su dueño, desde que el animal halló el lugar, llegó hasta allí cada día a las 6 de la tarde a pasar la noche con su amo. Hoy el mundo desea que estos inseparables amigos estén disfrutando en el más allá.