El préstamo lo hizo a través de la internet, donde le prometieron el “cielo y la tierra”, cayendo en las garras de una banda delincuencial, compuesta por tres personas, un hombre y dos mujeres, quienes lograron robarle a esta ibaguereña 620 mil pesos, que tuvo que consignar como garantía, dinero que aparentemente iba a ser devuelto una vez le enviaran los tres millones de pesos que solicitó para pagarlos en 12 meses, en cuotas que no superaban los 260 mil pesos.

Esta oportunidad de salir de las deudas que tenía y que la atormentaban y quedar con algo de dinero para solventar sus obligaciones, se convirtió en la pesadilla más grande de su vida, cuando los “prestamistas” le dijeron que tenía que consignar la suma de 320 mil pesos, de los cuales, 300 le serían devueltos con los tres millones que había solicitado como crédito, mientras que el resto serían para costear los gastos de papelería.

Una vez envió los documentos y al ver que la mujer no se opuso a conseguir el dinero y enviárselo a la empresa que aparentemente le haría el préstamo en pocas horas, la obligaron a consignar otros 300 mil, con la excusa que había quedado mal uno de los documentos, a lo que la víctima no se opuso.

Fueron 620 mil pesos que se consiguió prestados, y que de un momento a otro, los vio en canje en su cuenta de ahorros, situación que la tranquilizó, dinero que finalmente fue un engaño, pues después de esperar cinco días, logró darse cuenta que había sido una consignación de un cheque que resultó ser robado, lo que obviamente nunca se hizo efectivo.

Por: Juan Manuel Escobar, periodista judicial.