El grave problema ocurre desde hace varios días en la calle 18 con carrera 5A del barrio Yuldaima, detrás de la Iglesia de San Martín, donde hace algunas semanas se adelantan a unas obras del Ibal, que en este momento tienen al borde del desespero a la comunidad residente en esa parte del sur de Ibagué.

Al menos cinco niños han tenido que ser llevados a clínicas y hospitales de la ciudad, al resultar afectados por los fétidos olores que salen de las alcantarillas y que reposan frente a las viviendas del mencionado sector.

"Estamos desesperados. No tenemos para dónde coger y lo peor de todo es que ya nos hemos quejado en el Ibal, pero no nos han querido solucionar absolutamente nada. Ya habíamos denunciado en Ondas de Ibagué y del Ibal vinieron a mirar, pero nada pasó", dijo Maryi Rodríguez, una de las afectadas y quien sufre de infección respiratoria a causa de esta grave problemática.

Según la comunidad de esa parte del Yuldaima el problema empeoró con los fuertes aguaceros que han caído sobre la ciudad y las aguas negras se están metiendo a las casas, lo que se constituye en un grave problema de salubridad.

Los contadores del agua están llenos de esas aguas malolientes que afectan la salud de los habitantes en esa parte de Ibagué.

Por: Juan Manuel Escobar, periodista judicial.