Un intenso debate de control político se llevó a cabo este miércoles en el Concejo Municipal donde se abordó la instalación de un nuevo bicicarril sobre la venida Ambalá, proyecto que debió suspender temporalmente la administración tras las protestas de la comunidad.

Durante la jornada que contó con participación de entes de control, el gobierno municipal, comerciantes y voceros del servicio de transporte público se escucharon a las partes, quienes hablaron sobre los pros y contra del proyecto.

Jenny Paola Ospina, madre cabeza de familia y empleada en una empresa distribuidora de tubos PVC, indicó que la instalación del bicicarril bloquearía la entrada a su negocio lo que se traduciría en dificultades para el cargue y descargue del material.

“El miedo es porque se van a reducir las ventas y con eso puede haber recorte de personal y yo puedo ser una de las afectadas y ¿qué pasará con mi familia?” indicó Ospina.

Por su parte, Hernán Quiñonez, Gerente de Sitsa y Expreso Ibagué manifestó que hasta el momento no existe un estudio que justifique la instalación del bicicarril toda vez que el número de usuarios del mismo es bajo y en cambio se afecta gravemente la movilidad en la ciudad, razón por la cual el gremio de transporte colectivo ha solicitado reversar la obra.

“Está demostrado que la instalación de estas bandas afecta la movilidad, aumentan tiempos de movilización y por tanto se van a crear trancones notables. Eso sería grave, lo que necesitamos es fluidez en la movilidad y no afectándola quitándole espacio para que los vehículos transiten” dijo Quiñonez.

Finalmente, los concejales Pedro Mora, Javier Mora y Juan Pablo Salazar coincidieron en que el proyecto, que no fue socializado con la comunidad, no es viable por el momento, pues terminará por colapsar la movilidad en la ciudad y podría afectar la economía de comerciantes y residentes de este sector.

Por: Paola Rojas Gómez, Periodista Regional