Presidente Nacional de Fenalco afirmó que medidas restrictivas en esta temporada de fin de año son un reflejo de la incapacidad de controlar a la comunidad y a la informalidad comercial.

El presidente Nacional de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, se reunió con los comerciantes y empresarios de Ibagué y el departamento para conocer de primera mano sus preocupaciones por lo que viene sucediendo con la economía en el país y las dificultades para reactivarla plenamente.

De acuerdo con el máximo Representante de los Comerciantes, los gobernantes no están cumpliendo con su deber de controlar el orden público en sus territorios y terminan castigando la economía por no ser capaces de meter en cintura a los comerciantes informales y la ciudadanía.

“Estas medidas de pico y cédula, pico y género y toques de queda no contribuyen en nada a la recuperación económica del país, el problema es que los alcaldes muchas veces ante la incapacidad de mantener el orden público en la calle, de controlar las aglomeraciones y los vendedores informales, no les queda más remedio que aplicar restricciones a los establecimientos formales que si cumplen con los protocolos de bioseguridad” acotó.

El representante de los comerciantes se refirió también a lo que sucede en departamentos como el Tolima, donde los mandatarios consideran que aislar a sus ciudadanos es una manera eficaz de frenar los contagios, cuando en realidad desconoce a los empresarios a los que les pidieron hacer inversiones en tecnología para mejorar sus procesos y luego les impiden ejercer su actividad comercial.

“Toman medidas restrictivas en contra de los establecimientos que han hecho inversiones cuantiosas en materia de bioseguridad y que han logrado inclusive certificaciones de calidad y decirles que no vengan en esta época pues es básicamente un entierro de tercera para estos establecimientos de negocio del turismo” señaló Jaime Alberto Cabal,

Por último, el Presidente Nacional de Fenalco indicó que el panorama en materia de economía para el 2021 es muy incierto porque no se sabe que va pasar con el COVID-19, con la reforma tributaria, la reforma laboral y aunque son optimistas, son muy moderados en sus proyecciones por la falta de garantías.