Médicos y directivos esperan que el confinamiento sirva para frenar la velocidad en los contagios, bajar la ocupación de las UCI y recordar que el virus sigue vivo.

Los médicos que se encargan de batallar con el COVID-19 recibieron con alegría la determinación de confinar obligatoriamente a los ibaguereños, porque lamentablemente en la ciudad quedó demostrado que el aislamiento selectivo inteligente no fue una buena opción dada la indisciplina social.

El médico coordinador de Urgencias de la clínica Tolima, Luis Alfonso Chavarro dio a conocer que pese al esfuerzo de los centros asistenciales y el cuerpo médico de la ciudad, los servicios de urgencias y las unidades de cuidados intensivos siguen llenas de pacientes especialmente, los contagiados por el nuevo coronavirus y ante la falta de conciencia de los ibaguereños, el confinamiento es una buena medida para frenar los contagios.

“Lo que estamos viendo es producto del desorden que se vivió en las fiestas de diciembre y las celebraciones masivas durante algunos partidos de fútbol. Los entes prestadores de servicio estamos realmente colapsados, con dificultad para conseguir camas de cuidados intensivos y ventiladores adicionales para poder atender tan alta demanda de pacientes respiratorios. Esperamos que estas medidas sirvan para frenar los contagios y recordar que el virus no se ha ido”, señaló el galeno.

 El médico asegura que el confinamiento no es la solución para desaparecer el coronavirus, pero si puede recordarle a la comunidad que la indisciplina social tiene consecuencias no sólo con la salud y la vida, sino en lo social y económico.