Los amigos de lo ajeno aprovechan que buena parte de las luminarias de las calles no sirven y en medio de la oscuridad atracan a los trabajadores de la central de acopio.

Los amigos de lo ajeno aprovechan que buena parte de las luminarias de las calles no sirven en este sector de la ciudad y en medio de la oscuridad atracan a los trabajadores de la central de acopio y se roban hasta la carga de los campesinos que no se dan cuenta que les están desocupando sus vehículos mientras hacen las negociaciones.

Los comerciantes de esta céntrica plaza de mercado denuncian que desde hace varios días están trabajando prácticamente a oscuras porque varias lámparas de la carrera cuarta Támana entre calles 21 y 22 están dañadas y los ladrones, raponeros y hasta los comerciantes informales se sirven de la oscuridad para hacer de las suyas.

A los trabajadores de la zona los atracan cuando se dirigen a trabajar en horas de la madrugada y en otros casos, la falta de luz es aprovechada para robarse la carga de los camiones y camperos que llegan con la mercancía de los campesinos, quienes mientras negocian sus cosechas los delincuentes les saquean los vehículos para luego vender esos bultos a los comerciantes del llamado líchigo o dedicarse a comercializar en las calles la mercancía que se han robado.

Así lo asegura Albeiro Mora, comerciante de la plaza de la 21 quien advierte que esta situación ya se la han denunciado a Infibague, pero siguen sin recibir la ayuda que necesitan.