Se hacían pasar por policías y extorsionaban con el falso familiar o tío-tío. 

por Redacción Judicial

Una llamada de auxilio que Ramiro recibió de quien creía era su hijo, terminó siendo una estafa con el sistema del ‘tío, tío ayúdeme que estoy en problemas con la policía’.

Robo tiotio

Los hechos ocurrieron en mayo del año pasado, cuando la víctima creyó estar recibiendo la llamada de uno de su primogénito quien habría sido detenido por la policía tras causar un accidente. Al otro lado de la línea, el joven desesperado le pedía que hablara con un uniformado que quería ayudarle para no procesarlo. Pocos segundos después, el supuesto oficial expreso que, para no judicializar al muchacho, las partes habían llegado a un acuerdo y debían entregarle a la víctima del accidente un millón de pesos que podían girar a una cuenta especifica.  

El inocente receptor de la llamada, en medio de la angustia y queriendo sacar del apuro a su supuesto hijo, consigno la suma de dinero sin saber que era víctima de una estafa que ocurre más a menudo de lo que cualquiera pueda imaginar. Al final, no hubo accidente, no era su hijo, no había policía y el dinero estaba en manos de los delincuentes. 

Con lo que no contaban los maleantes es que la Sijin de la policía les seguía la pista después de varias denuncias ciudadanas por hechos similares. Por eso, cuando intentaban retirar una millonaria suma producto de varias extorsiones, fueron detenidos Jhonathan Sneyder Martínez Lasso, Rubier Francisco Lozano Amórtegui y Diana Carolina Ortiz Cepeda. 

Los tres capturados fueron privados de la libertad en la Cárcel Coiba Picaleña por una investigación que un fiscal delegado ante el Gaula de la Seccional Tolima les sigue, por el delito de extorsión agravada que ninguno aceptó haber cometido. En lo que respecta a Ortiz Cepeda se le imputó además el punible de tentativa de extorsión. Las víctimas de extorsión bajo la modalidad de ‘falso familiar’ o ‘tío-tío’ habrían sido constreñidas para enviar sumas que oscilaron entre los 3 los 15 millones de pesos. 

Actividades investigativas permitieron demostrar que las llamadas en las que suplantaron tanto al funcionario público como al familiar, salieron desde la cárcel de Ibagué. Las autoridades revelaron que la modalidad más alta de extorsión en la ciudad sigue siendo suplantar a miembros de la policía u otras autoridades y que la cárcel de Picaleña sigue siendo la universidad de la extorsión en Colombia