La violencia física y sexual que sufrió fue de tal magnitud, que la dejó muerta en vida. Esta es su historia.

Dentro de los casos que la Red de Mujeres de Ibagué y el Tolima más lamenta, es el de esa mujer que desde el 29 de diciembre de 2018 permanece en este estado vegetativo tras los duros golpes que le provocaron daño cerebral.

La Red de Mujeres de Ibagué y el Tolima, así como ha logrado grandes hitos como colectivo, también han vivido momentos duros de maltrato, agresión y hasta feminicidios.

Uno de los casos que más ha marcado ha sido el de Nury Alexandra Prieto Quintero de 31 años, quien fue atacada sexualmente en su casa el pasado 29 de diciembre de 2018.

“Es duro cuando una mujer ha denunciado su situación de violencia y resulta en un feminicidio, es duro cuando nos han matado mujeres, es como ir ganando y un hecho así nos retrocede, nos baja los ánimos y moral”, dijo Estela Gordillo, presidente de la Red de Mujeres de Ibagué y el Tolima.

A su vez, señaló que este caso es de los más dolorosos que viven, debido a que, aunque la mujer sigue viva, su estado es vegetativo, tras las agresiones de Anderson Contreras Poveda, quien paga una pena de 21 años de cárcel al ser el responsable de los delitos de feminicidio agravado tentado y acceso carnal violento agravado.

“El caso de Nury es una mujer que nos marcó, que fue la niña que se había graduado hace tres días y que este infeliz la cogió, le dio golpes y ella todavía vive pero es un feminicidio que la dejó viva”.

La mujer tenía 31 años cuando ocurrió este sonado caso que le cambió la vida y hoy la tiene postrada en una cama. “Ella está recluida y es una persona inerte que simplemente tiene vida y no más y eso nos ha marcado muchísimo”.