La desesperada madre de la joven denuncia que su hija ha sido maltratada física y psicológicamente, además de que por temor o manipulación decidió volver con su agresor. El hombre ya está siendo denunciado ante la Fiscalía.

El caso de violencia intrafamiliar empezó hace más de un año en el municipio de Santuario, Antioquia. Como consecuencia de esto, la familia de la víctima tuvo que sacar a la joven de esta región y hace algún tiempo la habían traído a Ibagué, donde una de sus hermanas vive, para alejarla del maltratador. Sin embargo, la joven, como resultado de tantas agresiones, no está bien mentalmente y se deja manipular por su agresor.

Marisol Rivera, madre de la joven, denunció a Ondas de Ibagué la difícil situación de violencia intrafamiliar por la cual atraviesa su hija. Narró cómo ella tuvo que sacar a escondidas a la víctima de esa población por miedo al comportamiento del presunto agresor al ver que ella decidió irse de casa y dejarlo. Adicionalmente, cómo al llegar al Tolima tuvieron que activar la alerta naranja para que la joven recibiera ayuda psicológica por las múltiples consecuencias a nivel mental por las agresiones físicas y verbales recibidas durante tanto tiempo.

Lo peor de todo es que el pasado fin de semana, este hombre, que ejerce como veterinario en esa región antioqueña, llegó hasta Ibagué y convenció a la joven de salir al concierto que se realizó. Según la madre, cuando salieron del evento, el hombre la llevaba arrastrada, ya que ella iba en alto estado de embriaguez y posteriormente la golpeó, le destrozó la cara, le desportilló los dientes y finalmente la secuestró en una finca en el municipio de Fusagasugá, Cundinamarca.

La hija de Marisol, como pudo, se comunicó con su familia y les envió imágenes de su estado, además de enviarles la ubicación de donde la tenían encerrada. Su familia, con la ayuda de la Policía, logró sacarla de este lugar y llevarla nuevamente a la casa de su hermana para que posteriormente entablara la denuncia ante la Fiscalía. Sin embargo, el agresor, aprovechándose del mal estado psicológico de su pareja, se contactó con ella, logró convencerla para que no lo denunciara y, como si fuera poco, se la llevó nuevamente a ella y a sus hijos.

Marisol y su familia están adelantando la debida denuncia ante la Fiscalía porque temen por la vida de ella y, además, porque son conscientes de que ella no está bien mentalmente para tomar ciertas decisiones.