El 2018 tuvo un tímido arranque en términos de confianza del consumidor, que es la percepción que tienen los hogares hacia la economía en general, y hacia sus finanzas personales.

Fedesarrollo informó que el Índice de Confianza del Consumidor durante enero se ubicó en 5,4 puntos porcentuales negativos, lo que quiere decir que el ambiente entre los colombianos sigue siendo de pesimismo económico.

Sin embargo, esta cifra fue 0,6 puntos mejor que la reportada durante diciembre; es decir que aumentó un poco la percepción económica, aunque se mantiene en terreno negativo.

Expertos consideran que una verdadera recuperación en la economía, primero debe pasar por una recuperación en la confianza de los consumidores y esto es muy fácil de explicar, porque si las personas viven en un ambiente de pesimismo, frenan sus gastos e inversiones, y la economía se debilita como ocurrió el año pasado; en cambio, si las familias viven en un ambiente de optimismo, gastan y consumen con mayor facilidad.

Para varios analistas, la época electoral que se nos viene encima podría ralentizar la recuperación de la confianza del consumidor, por la incertidumbre política.