El juez Segundo Penal Municipal con función de control de garantías decidió mantener en la cárcel de Picaleña al suspendido padre Fredy Martínez, acusado de delitos sexuales. 

El juez no aceptó la solicitud de la defensa del sacerdote, que buscaba la libertad del clérigo al aducir que según el artículo 317 del Código de Procedimiento Penal se cumplían las condiciones para la libertad por vencimiento de términos en el proceso en cuestión. (Cuando transcurridos ciento veinte (120) días contados a partir de la fecha de presentación del escrito de acusación, no se haya dado inicio a la audiencia de juicio).  

Tanto la Fiscalía como la defensa de las víctimas habían pedido al juez que no acatara la solicitud del bufete de abogados del ex fiscal general de la nación Mario Iguarán, encargado de la defensa técnica del prelado. A juicio del ente acusador, no se cumplían los requisitos exigidos por el Código de Procedimiento Penal. Mientras que para la defensa de las víctimas, Martínez sigue siendo un peligro para la sociedad a pesar de la suspensión de que fue objeto por parte de la curia. Además insistieron en que una eventual libertad podría terminar en una fuga de Fredy Martínez al exterior y para ello mostraron el informe de migración que muestra hasta 50 salidas del país por parte del acusado. 

La defensa apeló la decisión y ahora será un juez del circuito el encargado de definir la suerte del polémico sacerdote, quien se convirtió en un ícono para miles de feligreses que lo vieron durante años oficiar misas de sanación en el sector de Villa Restrepo. De hecho, en alguna oportunidad cuando el arzobispo de Ibagué intentó trasladar al cura, parte de la comunidad se opuso y la decisión tuvo que ser reversada.   

Cabe recordar que el sacerdote fue capturado el 1 de julio de 2021 y dos días después fue enviado a la cárcel de Picaleña acusado de varios delitos sexuales, los cuales habría cometido contra mujeres que para la época eran menores de edad y que hacían parte de su grupo de trabajo y de oración.