Por el homicidio de un hombre a las afueras del Hospital Federico Lleras de Ibagué el pasado 24 de abril de este año, un juez condenó a 18 años y cuatro meses de prisión a Luis Eduardo Torres García por los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte ilegal de armas de fuego.

En la sentencia no le concedieron beneficios penales al procesado y declaró el comiso de la motocicleta en la cual se movilizaba el día de los hechos.

El asesino fue detenido por la Policía Nacional el 10 de mayo en el barrio Boquerón en cumplimiento de la orden judicial que pesaba en su contra por ser el principal sospechoso del homicidio perpetrado bajo la modalidad de sicariato de José Rubén Arenas Delgado, quien para la época se dedicaba a la venta de tapabocas.

Ese día, Torres García de 31 años y quien aparentaba ser un domiciliario, sorprendió con arma de fuego a la víctima mientras esta esperaba a las afueras del centro asistencial para entrar a visitar a su madre que estaba interna allí.

El ente acusador logró establecer que el sicario iba a atentar contra la vida de otra persona, pero se confundió y le causó la muerte a la persona equivocada.