Ibaguereña habría fallecido hace más de un año en su casa y nadie lo notó

por Ondas de Ibagué

Esta la historia del macabro hallazgo que consternó a la comunidad de la capital tolimense.

Hay consternación en el barrio Calarcá de Ibagué por el macabro hallazgo del cadaver de una mujer de aproximadamente 45 años, identificada como Jenny Marcela Bustos Jiménez.

De acuerdo con el reporte de las autoridades, el cuerpo sin vida se encontraba en alto grado de descomposición.

Se presume que su fallecimiento habría sido hace más de un año, sin que ningún familiar -extrañamente- lo notara.

Habitantes de la zona le manifestaron a esta redacción que la mujer vivía sola y permanecía desaparecida desde el 2019.

“La ultima vez que la vi fue a principios del año pasado. De hecho, varias veces fui a buscarla a su casa, pero nadie me abrió. Me pareció muy raro porque había un montón de recibos públicos que no se pagaban desde hace más de un año. Pensamos que se había ido, que había abandonado la casa, pero nunca imaginamos que estuviera ahí muerta”, dijo José Jaír González, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Calarcá.

Lo que llamó la atención de los vecinos es que el hijo de la víctima, de 15 años de edad, visitaba en reiteradas oportunidades la vivienda manifestando que estaba buscando a su madre y que desconocía su paradero.

El menor estaba a cargo de su abuela materna y desde el año 2015 no volvió a saber nada de su mamá, de hecho, pensó que lo había abandonado porque no lo volvió a llamar ni a visitar.

“El niño venía mucho por acá, golpeaba la puerta y nadie le abría. Miraba por las ventanas, por toda parte, hasta un día trató de ingresar por la azotea, pero yo le dije que mejor acudiéramos a las autoridades para encontrar a la señora. Un día hablé con la abuela, pero muy molesta me dijo que su hija los había abandonado y que no quería saber nada de ella”, expresó el líder comunal.

Sin embargo, en la tarde del pasado viernes la incertidumbre acabó con un trágico y escalofriante desenlace.

Un abogado, al parecer, llegó al inmueble a realizar un proceso de remate y solicitó la ayuda de un cerrajero para abrir la vivienda. Cuando lo lograron, dicen que salió un olor fétido. Al principio pensaron que era un animal muerto, pero al momento de verificar se toparon con la macabra escena: el cuerpo de la mujer en alto grado de descomposición, casi disecado.

Entre tanto, las autoridades creen que la mujer habría fallecido por causas naturales, teniendo en cuenta que en su cuerpo no habían signos de violencia o heridas de gravedad.

No obstante, el equipo técnico de forenses adelanta las respectivas investigaciones para esclarecer el hecho y determinar las causas del deceso.

La inspección que realizó el pasado viernes el grupo de criminalística de la Fiscalía duró varias horas, inició a las 5:15 de la tarde y terminó casi a la medianoche.

La policía tuvo que acordonar la zona tras la llegaba de cientos de curiosos que se agolparon a las afueras de la vivienda para conocer detalles de lo sucedido y la suerte de su vecina.

De la mujer se conoció que trabajaba en el supermercado Metro y era propietaria de la casa en donde falleció sin la ayuda de nadie y en completa soledad.