La entidad tendría una pérdida operacional cercana a los $3 mil millones a corte del 31 de diciembre.  

Preocupados se encuentran los más de 600 trabajadores que tiene la Unidad de Salud de Ibagué, debido a la compleja situación económica que enfrentaría la entidad por el traslado de los afiliados de la EPS Comparta en liquidación a otras entidades promotoras de salud. 

Según Mario Nel Mora, presidente de SINDES, la situación cada vez es más difícil por lo que le piden al alcalde Andrés Hurtado que aumente los giros de los recursos de libre destinación. 

Para Mora, si la Alcaldía no apoya a las directivas de la USI con los recursos, se verán abocados a cerrar las puertas por una futura imposibilidad financiera.   

 

El presidente de SINDES le solicitó al alcalde una reunión para poder concertar salidas a la aparente crisis que se estaría viviendo.  

En los próximos días el gerente de la USI, Carlos Cuellar, daría a conocer desde el punto de vista de la administración municipal, lo que realmente está sucediendo de la entidad.