Ante el impacto negativo que tendría la construcción de la planta de residuos sólidos en Mariquita, la comunidad radicó un derecho de petición amparado por más de 4.480 firmas ante Cortolima y la Autoridad de Licencias Ambientales para impedir la ejecución del proyecto.

El alcalde Alejandro Galindo Rincón señaló que el rechazó el esta iniciativa fue orquestado por “concejales de la oposición, quienes buscaban afectar al municipio, torpeando el proyecto que generaría más de 180 empleos y produciría energía limpia”.

Según el burgomaestre, la empresa mexicana que ejecutaría el proyecto en Mariquita “decidió construir la planta en Armero Guayabal, donde ya se habló con la comunidad y se aceptó totalmente el proyecto”. 

La declaración fue rechazada por el alcalde de Armero Guayabal Carlos Alfonso Escobar, quien sostuvo que la afirmación es “apresurada y descontextualizada, pues hasta el momento la iniciativa sólo ha sido puesta en consideración ante un reducido grupo”.  

Escobar reconoció que la propuesta ha generado un rechazó contundente por parte de la comunidad, quienes no aprueban que su municipio sea receptor de más de 300 mil toneladas de desechos de los municipios del norte del Tolima y los departamentos de Caldas y Cundinamarca, pues consideran que se atenta contra la salud y el medio ambiente.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional.