Tras la medida adoptada por la Procuraduría que suspende por tres meses al gerente encargado del IBAL Mario Casas mientras se investiga su presunta incursión en conflicto de intereses o abuso indebido del cargo, al celebrar negocios jurídicos con Didier Portela, el contratista ‘estrella’ de la empresa, los concejales expresaron su preocupación respecto al manejo que se le está dando a la entidad.

Para el presidente de la corporación Juan Pablo Salazar es inquietante los constantes cambios que se han presentado en la gerencia del IBAL tras la renuncia de José Alberto Girón.

Para Salazar, el actuar de Casas Guerra es cuestionable y transmite un mal mensaje a la ciudad, pues debió apartarse de los procesos de evaluación de los contratistas toda vez que estaba inmerso en conflicto de intereses.

Por su parte, el concejal Pedro Mora señaló que el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo debe “tomar medidas drásticas respecto a lo que pasa al interior del IBAL, pues esto habla mal de su gobierno”.

Según Mora, la suspensión por dos meses José Alberto Girón, la prematura renuncia de Carlos Fernando Gutiérrez, y la reciente sanción a Mario Casas Guerra deja dudas sobre la administración de la empresa de acueducto.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional.