Taxista pervertido acosó e intentó sobrepasarse con una pasajera en Ibagué

por Kelly Perdomo

La mujer denunció el indignante comportamiento que tuvo el conductor de la ola amarilla, del cual ya tienen identificadas las placas del vehículo en el que se transportaba, ahora buscan su nombre.

acoso taxxista

La atemorizadora situación ocurrió en la tarde de este miércoles 12 de abril en el barrio Pacande al norte de la capital tolimense, Camila, una mujer de 29 años cogió un taxi en este sector para llevar una pequeña cama al barrio el Jardín en la comuna ocho de Ibagué, el mueble fue acomodado en la parte trasera del vehículo, motivo por el que la mujer se tuvo que ir en el asiento delantero del carro.

En medio del recorrido el conductor tomo una vía más larga que la que debió tomar, en este trayecto empezó a incomodar a la usuaria con palabras vulgares y acosadoras, entre ellas frases como que el marido de la mujer seguramente era muy juicioso porque ella “le sacaba toda la leche” entre otras frases más y como si esto fuera poco, también intentó besarla a la fuerza.

Camila dice que ella demostró la molestia que sentía por el comportamiento del hombre y que además lo empujo cuando este intentó excederse con ella, pero al conductor no le importó y siguió con su actuar, finalmente llegó a su destino, allí pagó la carrera al hombre quien le dejó las cosas en el andén y se marchó, no sin antes decirle que tenía un admirador y que cuando quisiera hacer el amor lo llamara.

Camila señala que el acosador era un hombre alto, delgado, de 48 años aproximadamente, que él se identificó como Freddy y vestía un buso rosado; gracias a las cámaras de seguridad de la zona pudieron detectar las placas del vehículo. 

Cabe señalar que Camila y su familia intentaron poner la denuncia antes las autoridades, pero los policías del CAI del jardín no se la aceptaron porque la mujer no tiene el nombre completo del acosador ni el número de cedula, por eso ella busca la ayuda de la comunidad para lograr identificar por completo al hombre y evitar que siga intimidando a otras mujeres, aprovechándose de su profesión.