Una demanda, en que se solicita el pago de mil millones de pesos por derechos de autor, tiene en jaque el uso del sonido insignia del Tolima.

En 1914, el maestro Alberto Castilla compuso el Bunde Tolimense, una obra musical que lo ubicó en lo más alto del pentagrama nacional, inmortalizando su nombre como el creador del que es considerado el himno regional más escuchado en el país y para los expertos el que genera mayor identidad después del himno nacional.

Es así, que mediante la ordenanza 066 de 1959 y ratificado con la ordenanza 023 del 21 de junio de 2001, el Bunde, con letra del poeta Nicanor Velásquez Ortiz, fue declarado como el himno oficial del departamento del Tolima. La ordenanza terminó con una discusión que durante muchos años se dio en sitios como el Conservatorio, la academia de historia o entre músicos de la región, ya que el Bunde tiene una particularidad, existen dos letras que hasta 2001 se disputaban el honor de ser el himno de la tierra Pijao.

Una de ellas, la más conocida, la de Nicanor Velásquez: “Canta el alma de mi raza, en el bunde de Castilla… y este canto es sol que abraza… nacer, vivir, morir, amando el Magdalena…”, la otra, de Cesáreo Rocha, aunque menos popular, también ocupa un sitial importante en la historia musical del departamento: “Opaco el llano está, la garza se fugó y cándida y rapaz, la tarde se llevó…”, indican las letras.

Es así, que no hay evento oficial, político, deportivo, académico o cultural que dé inicio sin el Bunde de Castilla y Nicanor Velásquez, pues la música y la letra se funden en una espiral de sentimientos que hacen sentir a los tolimenses orgullosos de ser de esta tierra.

Muchas lágrimas han rodado al escuchar el Bunde, como cuando el Deportes Tolima ha sido campeón; Manolo Barrios llegó a la cima del Everest; el gran Pedro Jota Sánchez ganó la Vuelta a Colombia o simplemente uno de nuestros hijos obtuvo un logro académico digno de resaltar.

Pero el Bunde está en riesgo de silenciarse. Los descendientes del maestro Nicanor Velásquez decidieron exigir Derechos de Autor al departamento y buscan una compensación de mil millones de pesos.

Aunque parezca una aventura jurídica, Julio Rodríguez Noreña, abogado de la familia, asegura que ya existen antecedentes en este tipo de reclamaciones, como la que hicieron los descendientes de Luis Alberto Osorio. Un caso similar ocurrió con ‘Ay mi llanura’ himno del Meta, compuesto por el desparecido Arnulfo Briceño. En ambos casos las pretensiones fueron aceptadas y se llegó a sendos acuerdos económicos.

Las pretensiones de los herederos de Nicanor Velásquez, son hacer valer sus derechos de autor, pero en el entretanto el más hermoso de los himnos del país podría desafinarse o lo peor silenciarse.

Finalmente, el abogado, Julio Rodríguez Noreña, explicó a las noticias en Ondas de Ibagué los antecedentes del polémico caso que deja en vilo el uso del Bunde como hoy lo conocemos.